Cuando se trata de trabajar con un diseñador gráfico, la comunicación efectiva es clave para obtener resultados excepcionales. Los diseñadores gráficos son profesionales altamente capacitados que transforman ideas en piezas visuales impactantes. Sin embargo, a veces, la comunicación entre el cliente y el diseñador puede ser un desafío, especialmente si el cliente no está familiarizado con el proceso creativo. En este artículo, exploraremos algunos comentarios y frases que nunca debes decirle a un diseñador gráfico como cliente. Evitar estas expresiones garantizará una colaboración más armoniosa y una experiencia satisfactoria para ambas partes.
1. «Es muy poco trabajo, ¿por qué es tan caro?«
Este tipo de comentario subestima el valor del trabajo del diseñador gráfico y su experiencia. El diseño gráfico es una disciplina que implica habilidades técnicas y creativas, investigación, conceptualización y tiempo dedicado a perfeccionar cada detalle. No es justo menospreciar el precio del trabajo basándose en la aparente simplicidad del resultado final. En lugar de cuestionar el costo, es mejor hablar con el diseñador sobre los detalles del proyecto y comprender los beneficios de invertir en un diseño de calidad.
2. «Puedes copiar esta imagen, ¿verdad?»
Pedir a un diseñador que copie una imagen existente puede llevarlo a violar los derechos de autor y enfrentar consecuencias legales. Los diseñadores gráficos deben respetar la propiedad intelectual y crear trabajos originales. Si te gusta una referencia visual, es mejor compartirlo con el diseñador como una inspiración y permitirles utilizarlo como guía para crear algo único y personalizado.
3. «¿Puedes hacerlo más barato si te doy publicidad?»
Exponer al diseñador a una audiencia no es una forma justa de compensación por su trabajo. Los diseñadores merecen ser remunerados adecuadamente por su tiempo y experiencia. La exposición no paga las facturas y puede resultar en un trabajo de baja calidad debido a la falta de incentivo. Es mejor negociar un precio justo que refleje el valor del diseño y la inversión del diseñador.
4. «Quisiera que se vea exactamente como en mi mente.»
Los diseñadores son expertos en materializar ideas y conceptos, pero leer la mente no está entre sus habilidades. Comunicar una visión clara es esencial, pero también es importante confiar en el juicio y la experiencia del diseñador. Trabajar en conjunto, compartir referencias visuales y proporcionar retroalimentación constructiva ayudará a refinar el diseño y alcanzar un resultado que cumpla con tus expectativas.
5. «No tengo idea de lo que quiero, pero lo sabré cuando lo vea.»
Aunque la flexibilidad puede ser positiva, no tener una dirección clara puede conducir a un proceso largo y frustrante. Los diseñadores necesitan pautas sólidas para empezar a trabajar. Antes de involucrar a un diseñador, tómate un tiempo para definir tus objetivos, público objetivo y preferencias. Compartir esta información facilitará el trabajo del diseñador y acelerará el proceso creativo.